Aventurero, amoral, arquetipo del bohemio parisino, Maurice Sachs fue un testigo de excepción del período de la Europa de entreguerras y de la Ocupación alemana de París. Fue también un personaje oscuro, cuya ambivalencia resulta difícil de explicar: de origen judío y homosexual, colaboró estrechamente con los nazis, si bien terminó sus días en una cuneta, ejecutado sin piedad por un guardia de las SS. Inteligente, elegante y afable, amigo de Coco Chanel, Gaston Gallimard y Jean Cocteau entre otros, vivió la mayor parte de su vida en la indigencia perseguido por los acreedores de medio mundo y se dedicó a robar y estafar a aquellos que más quería.
Abandonado por su padre primero y su madre, más tarde, Sachs tuvo claro que su misión en la vida era escribir una “gran obra”. Nadie le tomó en serio pero, tras su muerte, sus novelas, en las que apenas se velaban sus experiencias autobiográficas, fueron un éxito rotundo de crítica y público.
«El encanto de Maurice Sachs, el más abominable de cuantos autores incluye el paquete de escritores franceses que colaboraron con los alemanes cuando los nazis invadieron su país, no es otro que el de la abyección.»
El Mundo
elmundo.es |