Toda una vida es el diario que Jan Zabrana (1931-1984) mantuvo a lo largo de su vida y del cual Patrik Ourednik ha seleccionado los pasajes más representativos. A la par íntimo y literario, este documento constituye, en cierto sentido, una lúcida crónica sobre un «cautiverio interior»: el cautiverio moral, intelectual y, en definitiva, existencial al que el autor se vio sometido durante los años de «socialismo real» en Checoslovaquia tras la segunda guerra mundial.
¿Su culpa? La deriva ideológica de sus padres (ambos socialdemócratas, considerados por las autoridades «enemigos de clase» y condenados a dilatadas penas de prisión cuando Zabrana era tan sólo un adolescente). ¿El castigo? La prohibición de acceso a la universidad por ser «no apto políticamente para el estudio», la interdicción de publicar sus escritos, las amenazas constantes de los delatores, el desgarro familiar...