«Este libro parte de una suposición. Fantaseemos por un momento con la idea de que, durante el tiempo en que sus vidas se cruzaron en la ciudad de Roma, es decir, entre los años 1963 y 1964, Rafael Alberti, Pier Paolo Pasolini, Cristina Campo y María Zambrano se encontraron en un punto preciso, más o menos central respecto a sus cuatro deambulaciones respectivas por las calles de la ciudad; y allí iniciaron una conversación figurada a cuatro voces desarrollada según las reglas del contrapunto, casi como si fuera un motete de Giovanni Pierluigi da Palestrina compuesto muchos siglos atrás.» |
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