Mucho se ha escrito sobre el «tiroteo en Miami» que tuvo lugar el 11 de abril de 1986: dos sanguinarios atracadores de bancos, ocho agentes del FBI y ciento cincuenta disparos.
A pesar de la proporción de cuatro a uno, los agentes se vieron abrumados por los asaltantes. En apenas cinco minutos murieron los dos atracadores y dos agentes del FBI; otros cinco resultaron heridos, tres de ellos en estado crítico. Un suceso que transformaría para siempre el FBI y la formación de los cuerpos policiales, las tácticas a emplear y el armamento.