Escritor francés que, a través de una obra tremendamente satírica donde se subraya ante todo la libertad individual y el entusiasmo por el conocimiento y la vida, expresa con vigor el humanismo renacentista. Rabelais nació en la región de Turena. Su padre, Antoine Rabelais, señor de Lerné, era un próspero abogado de Chinon. Según las crónicas, el joven Rabelais comenzó sus estudios en la abadía benedictina de Seuilly. Después se ordenó fraile franciscano en Fontenay-le-Comte, pero abandonó la orden porque le confiscaron sus libros de griego y volvió con los benedictinos.
Amplió sus estudios en varias universidades, entre las que figuran las de París y Montpellier; se trasladó a Lyon, un importante centro intelectual de la época, donde practicó la medicina y publicó una reedición de los Aforismos del médico de la antigüedad griega Hipócrates. Al mismo tiempo, expresó su sentido del humor escribiendo almanaques populares sobre Astrología. Pantagruel (1532), la primera gran obra de Rabelais, narra la vida de un joven gigante dotado de una fuerza increíble y un apetito voraz. Esta obra tiene su origen en un texto anónimo de la época titulado Las grandes e inestimables crónicas del gran gigante Gargantúa. En 1534 Rabelais publicó La vida inestimable del gran Gargantúa, la historia del padre de Pantagruel. Estos dos libros, publicados bajo el seudónimo de Alcofribas Nasier, tuvieron un éxito prodigioso, si bien fueron condenados por la Sorbona por obscenos y heréticos. Tras realizar dos viajes a Italia, Rabelais residió y dio clases en Montpellier. En 1540 se trasladó a París.
Allí escribió el tercer libro de la serie. Francisco I, que leyó los dos primeros libros, quedó tan complacido que concedió a Rabelais el permiso para la publicación del Libro III, que vio la luz en 1546. El Libro IV se publicó en 1552. En 1547 murió Francisco I y de inmediato se produjo una reacción en contra de la libertad de expresión.
Rabelais huyó a Metz y más tarde a Roma. A continuación fue nombrado coadjutor de Meudon, donde pasó tranquilamente el resto de su vida. Rabelais falleció, probablemente el 9 de abril de 1553, en París. En Gargantúa y Pantagruel el humor se mezcla con la sátira social y política y la sabiduría pedagógica. Rabelais no era ni un bufón borrachín ni un filósofo, como cuentan algunas leyendas, sino un genio que, como el escritor inglés del siglo XVIII Jonathan Swift, expresó en tono satírico las preocupaciones políticas y filosóficas de sus contemporáneos. Por su espíritu humanista, sus críticas a la superstición y su confianza en la naturaleza se le relaciona con Erasmo.